Intronauta

Intronauta es un salto de fe. Una epifanía. Una narrativa fragmentaria hecha de imágenes corpogestuales que transforma el movimiento en un acto de arrojo y despojo.

La obra emerge como una precuela sensible a creaciones anteriores como Insomniac, En Lugar de Nada y Bardo, instalándose en una línea poética que entrelaza cuerpo y memoria. Aquí, la danza no busca responder, sino resonar: dejar que el cuerpo exponga lo que arde, lo que calla, lo que aún no tiene forma.

El corazón de esta obra órbita en torno a cuatro pulsaciones: el amor, la muerte, los miedos y el tiempo. Cada momento en la obra se plantea como una aparición —breve, intensa, movediza— que deja huellas, que propone un espacio de contemplación y de estremecimiento.

Viajar hacia adentro es hoy un gesto urgente. Intronauta se instala como un viaje íntimo, quizás el más necesario de todos. Porque iluminar los espacios internos requiere de un corazón conmovido por el amor.

Este proceso ha sido posible gracias al encuentro entre intérpretes, colaboradores y artistas patrocinadores, cuya sensibilidad y compromiso hacen posible levantar esta obra en la cartelera local. Lo que se presenta es una creación colectiva, afectiva, pulsante. Una obra que nace como pulsación interna, para tocar a los distintos cuerpos desde su interior.